Ideas para la decoración de paredes infantiles (I)
Como seguro habremos podido comprobar todos en alguna ocasión, con tan sólo un cambio de color en las paredes de una habitación, se consigue mejorar de forma sustancial la percepción de su espacio. Por consiguiente, podríamos decir que las paredes son un potente recurso en el que volcar nuestra creatividad a la hora de idear la decoración de cualquier estancia. Sin embargo, también existen soluciones decorativas en las que hay el uso decorativo de las paredes es muy limitado.
Así pues, en el post de hoy veremos dos soluciones distintas en cuanto a decoración de paredes infantiles se refiere, consiguiendo con ambas el equilibrio ideal entre estilo y practicidad.
La ilusión que trae consigo un bebé nos hace imaginar espacios de ensueño para su descanso y crecimiento. Esto es aún más fácil dada la amplia oferta de todo tipo de artículos dedicados al mundo infantil que podemos encontrar: muebles, textiles para habitación y cama, ropita, materiales para decoración, etc.
Aún teniendo en cuenta cuestiones de gusto personal, las tendencias en decoración infantil han cambiado mucho: tal como os comentamos en un anterior post del blog, aparte de los tradicionales rosa y azul celeste, la gama de colores disponible para espacios de bebé se ha ampliado enormemente, aún cuando el uso mismo de estos “clásicos” colores también se ha modernizado, combinándose con otros tonos.
Menos es más, y más en cuanto a decoración infantil se refiere
Parece que esta ley ha calado hondo y hoy predomina un estilo minimalista con el que conseguir un ambiente que invite agradablemente al descanso en un aura de calidez y confort: se han suavizado los colores destinados a espacios de bebé, dejando el uso de colores más llamativos y en mayor abundancia para habitaciones de niño o niña a edades más avanzadas. Con la misma intención ya no se ven tantos volantes, bordados o muebles trabajados en exceso, dejando paso a textiles y muebles con líneas y diseños modernos.
Estilo escandinavo: monocromía al poder
Una opción sencilla y para muchos menos arriesgada, es la de optar por un único color para todas las paredes de la habitación, y que éste sea un tono suave, o blanco. Uno de los estilos más populares que abogan por espacios monocromáticos es el escandinavo: originario de los países del norte (Dinamarca, Suecia, Noruega) en los que la falta de luz supone un problema durante parte del año, este estilo se caracteriza por sus paredes completamente blancas, aportando luminosidad a las estancias y cediendo el protagonismo a los muebles, que suelen ser de madera (madera lacada en blanco), y a los complementos, con los que se les permite el uso de colores llamativos y hasta flúor. Similar a este estilo, especialmente por el tono tan claro de las paredes, es lo que podemos ver en la imagen.
Como siempre, aparte del diseño y estilo de la decoración, a la hora de adquirir los materiales con los que vais a trabajar durante la preparación de la estancia, conviene ser algo prácticos y pensar a medio plazo. Por ello, recomendamos el uso de pinturas no tóxicas y lavables, con las que cuando el bebé empiece a moverse y tocar todo lo que le rodea (hacia los 7 meses) pueda estar 100% seguro (y la limpieza de las paredes también).
En combinar también se encuentra el gusto
Si continuamos pensando en la etapa de gateo de los bebés, otra solución muy común si la monocroma nos parece algo demasiado sobria para lo que tenemos en mente, es la de añadir un friso en la mitad horizontal inferior de las paredes (si no en todas, en la pared con la que la cuna tenga más cercanía) y dejar la pintura en la mitad superior de la habitación. Hay de múltiples materiales, son fácilmente lavables y dependiendo del material que escojamos los hay incluso con tablillas coloreadas. En este completo enlace os podéis hacer una idea de los tipos de frisos adecuados para habitaciones de niño.
Algo que aporta muchísima dulzura son las ilustraciones infantiles. Ya sean en mural o en siluetas de madera, lo cierto es que dan un toque muy tierno y único a las paredes. Si añadimos un nombre de madera o una silueta personalizada el resultado será una habitación auténtica y con personalidad.
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